EL CAPITALISMO MATA: VAMOS HACIA UNA GRAN HUELGA GENERAL EN ARGENTINA
Argentina vivió los peores gobiernos pro capitalistas durante la dictadura cívico, militar y eclesiástica del ’76, el menemismo, la alianza y el macrismo. Hoy estamos ante un nuevo intento de poner al Estado al servicio del Capital Mundial.
Gobiernos de distinto signo pero que coincidieron no sólo en las mismas políticas, sino también en ministros, empresarios, fundaciones y embajadas operando como el verdadero “paraestado” que realmente gobierna detrás de la mueca ajustadora y servil de sus bufones de turno.
Endeudamiento, fuga de capitales, devaluación, inflación, cierre de empresas, desocupación, pobreza, desigualdad, inseguridad y violencia fueron las consecuencias en cada caso. Las políticas son las de siempre: favorecer al capital concentrado; desregular todo control para que los monopolios controlen el mercado; perjudicar la producción y la industria nacional; desfinanciar el desarrollo científico y la autonomía tecnológica; enajenar empresas estatales, recursos naturales y territorios; desproteger las áreas sociales, educativas y sanitarias del estado y centralizar los fondos coparticipables y el aparato represivo a manos del gobierno nacional.
Y para implementar estas políticas se aplican medidas de manual: neutralizar el Congreso, someter a los gobiernos provinciales, corromper a dirigentes sindicales, desarticular las organizaciones sociales, sembrar el miedo, reprimir la protesta social, promover el individualismo, socavar lo colectivo y evitar la participación democrática.
Entre medio de estos gobiernos ajustadores y vendepatrias hubo posibilidades, hubo mayorías sensibilizadas y movilizadas a favor de la recuperación democrática, a favor del trabajo, la educación y la justicia, a favor de la inclusión y la redistribución de la riqueza. Pero esas oportunidades de cambio fueron traicionadas o no fueron profundizadas, o bien no lograron la irrupción generacional y revolucionaria.
Pero detrás de todos estos fracasos estuvo siempre el Capitalismo y quienes lo vendieron como la panacea, no importa el envase en el que se presentara, muchos sectores fueron engañados en sus buenas intenciones y en sus esperanzas.
El engaño no respetó clase social, ideología o nivel de instrucción.
Es necesario despertar como pueblo para tomar nuevamente el destino en nuestras manos.
Vamos por una GRAN HUELGA GENERAL EN ARGENTINA contra las políticas de ajuste y para demostrar que los derechos adquiridos no son dádivas, sino conquistas que cada generación logra para la siguiente.
Partido Humanista de Argentina