El 6 de Agosto de 1945 a las 8 AM, el presidente Truman de EEUU ordenó arrojar la primera bomba atómica del mundo sobre Hiroshima. El 9 de Agosto de 1945, era lanzada la segunda bomba atómica sobre Nagasaki. En segundos las dos ciudades fueron arrasadas y miles de personas murieron en un instante. En los días posteriores fueron muriendo los que se encontraban más alejados de los centros de la explosión y los pocos supervivientes sufren aún hoy las consecuencias de la radiación, las que se han ido transmitiendo a las generaciones posteriores. Días después se producía la rendición del Imperio japonés, marcando el fin de la Segunda Guerra Mundial. Los autores de aquella masacre pretendieron justificarla alegando que era necesario forzar la rendición del enemigo para evitar males mayores, pero la realidad es que aquella monstruosidad ha creado un peligro mucho mayor porque el ingenio nuclear que ellos alumbraron ha crecido y se ha multiplicado hasta amenazar la existencia de toda la humanidad. Para evitar que se repita una catástrofe nuclear en el futuro debemos actuar hoy. Es necesario crear conciencia de la necesidad de distensión y de cooperación entre los pueblos. Desde fines del 2009 hasta el 2 de Enero del 2010, el Partido Humanista impulsó activamente la Marcha Mundial por la Paz y la No-violencia que recorrió el planeta exigiendo: el desarme nuclear total a nivel mundial; el retiro inmediato de las tropas invasoras de los territorios ocupados; la reducción progresiva y proporcional del armamento convencional; la firma de tratados de no agresión entre países y la renuncia de los gobiernos a utilizar la guerra como medio para resolver conflictos. Desde el Partido Humanista de Argentina apoyamos decididamente los avances que se han producido en nuestro país en este sentido, viendo que muchas de las políticas impulsadas por el gobierno Nacional están en total sintonía con los reclamos de la Marcha Mundial por la Paz y la No-violencia, destacamos: · El reclamo por la soberanía de la Islas Malvinas llevado a través de medios diplomáticos y pedidos de diálogo · La formación del bloque regional de la UNASUR, y el fortalecimiento del Mercosur · La defensa a ultranza de la democracia en nuestro continente y el mundo, puesta a pruebas en los golpes de Honduras y Paraguay, y reafirmadas en los intentos de golpe de Ecuador y Bolivia · La desactivación de la crisis Venezuela-Colombia, gracias a oficios especiales de nuestro país · La campaña nacional de desarme, para retirar de circulación miles de armas Por ello Partido Humanista insiste en reclamar a los poderosos el abandono de toda práctica violenta a la par que sus militantes trabajan cada día por superar toda forma de violencia en los ámbitos que les toca actuar.